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“Nunca más el memoricidio, nunca más el silencio, nunca más el atropello”

(Palabras de clausura de la marcha ‘Iluminemos la Memoria’ de María Gaitán Valencia, directora del Centro Nacional de Memoria Histórica este 7 de diciembre de 2022)

Esta es una tarde las velitas especial. Estamos protagonizando un ritual, por supuesto. Porque los seres humanos necesitamos de rituales colectivos que nos den sentido de pertenencia y que, ante todo, nos hagan sentir que no estamos solas, que somos COMUNIDAD. Y somos COMUNIDAD. Una comunidad diversa y plural, cada una y cada uno con sus dolores, cada una y cada un con sus anhelos, pero todas y todos atravesadas y atravesados por las mismas violencias.

Las violencias que sufrimos, y ante las que resistimos, no son solo las del conflicto armado y, por supuesto, no son sólo las que vienen de 1958 para acá. Las colombianas y los colombianos sufrimos una invasión violenta hace ya muchos siglos; acogimos a cientos de miles de personas esclavizadas que se unieron a nuestras resistencias; sabemos desde hace siglos lo que es la injusticia, la avaricia de las oligarquías, la corrupción, el crimen organizado, la impunidad… pero también sabemos lo que es, y seguimos sufriendo, no contar con la educación y salud adecuadas o con el alimento más básico.

Por eso es tan importante que iluminemos la memoria, como estamos haciendo en esta tarde. La memoria que algunos han querido ocultar o contra la que han atentado de forma directa. Vivimos en el país del memoricidio, pero eso no tiene porque seguir ocurriendo.

Cuando todas y todos decidimos iluminar las memorias históricas, ir a la raíz del conflicto y de todas las violencias, cuando le perdemos el miedo a la verdad, cuando caminamos juntos… estamos lanzando un mensaje contundente a aquellos que nos quieren divididos, enfrentados o asustados. No más. Nunca más el memoricidio, nunca más el silencio, nunca más el atropello.

Hoy también estamos iluminando al Centro Nacional de Memoria Histórica para que con esa luz asuma el mandato de las víctimas, se dedique en cuerpo y alma a apoyar los procesos de memoria de las víctimas, de las organizaciones, de las comunidades, de los pueblos de Colombia.

La tarea que tenemos por delante -ustedes y nosotros- es inmensa. Para afrontarla debemos recobrar eso que las violencias nos han hurtado: la confianza, porque con confianza podremos ser comunidad y como comunidad, ustedes lo saben, seremos invencibles. Queremos ser la memoria de los olvidos provocados por sectores específicos, queremos aprender y caminar con todas las memorias de este pueblo resistente que, a pesar de los brutales golpes de las violencias, hasta hoy no se ha dejado doblegar.

Estamos en un tiempo de cambio pero es cambio no lo podemos delegar. Debemos ser partícipes, debemos estar alerta, debemos cuestionar, pero, ante todo, construir. La paz total es posible y será con todos nosotros o no será.

Gracias por venir, gracias por ayudar a iluminar las memorias y por iluminar el necesario rumbo que el Centro Nacional de Memoria Histórica está tomando. Disfruten de la tarde y de la noche de las velitas. Somos  COMUNIDAD y nos gusta compartir con la gente que amamos y con la que construimos un nuevo país.