De la tierra a la mesa: una familia de Rovira (Tolima) transforma su vida con el plátano y el cacao

En las verdes montañas del municipio de Rovira, Tolima, se encuentra una familia que, tras años de espera y lucha, ha logrado transformar su vida gracias a la restitución de tierras y al emprendimiento. Uber Andrade, junto a su esposa y sus hijos pequeños, ha encontrado en el cultivo de plátano y cacao la oportunidad de construir un futuro próspero en su tierra natal.

La historia de esta familia comenzó hace más de una década, cuando fueron víctimas del conflicto armado y tuvieron que abandonar su predio ancestral. Tras años de desplazamiento y dificultades, la Unidad de Restitución de Tierras (URT) les devolvió su terruño, abriendo una puerta a la esperanza y a la posibilidad de rehacer sus vidas.

Con la finca recuperada, Uber y su familia decidieron emprender un proyecto productivo enfocado en el cultivo de plátano y cacao. Gracias al apoyo de la URT y a la formación recibida por parte del SENA, aprendieron técnicas agrícolas sostenibles y estrategias de comercialización para sus productos.

Su esfuerzo no tardó en dar frutos. La familia Andrade comenzó a vender sus plátanos en la región, pero no se conformaron con eso. Decidieron ir más allá y transformar su producción en valor agregado. Así nació su proyecto de elaboración de pasabocas de plátano, maní con chocolate y otros derivados del cacao.

El ingenio de esta familia no tiene límites. Uber, con su espíritu emprendedor, decidió construir una garrucha o cable vía, una especie de teleférico artesanal que le permite transportar la producción desde su predio hasta la zona poblada. Esta iniciativa no solo facilita su trabajo, sino que también se ha convertido en un servicio invaluable para los habitantes de la zona, quienes la utilizan para transportar insumos agropecuarios y otros productos.

El director territorial de la URT en Tolima, Héctor Canal, afirmó: “la historia de la familia Andrade es un ejemplo inspirador de resiliencia, emprendimiento y transformación. Han demostrado que, con tenacidad y trabajo duro, es posible superar las adversidades y construir un futuro mejor”.

Su caso también pone de manifiesto la importancia del apoyo institucional para las víctimas del conflicto armado, quienes necesitan herramientas y oportunidades para reinsertarse en la sociedad y construir una vida digna. ¡La URT lo está logrando!